TATA
TATA
Vina: Si bien este vocablo fue utilizado para denominar distintos tipos de cordófonos en la región sudasiática, en la actualidad designa principalmente a dos instrumentos prestigiosos y muy utilizados en el país. La vichitra vina del Norte es una cítara con 2 resonadores, 5 cuerdas melódicas, 3 de bordón y 11 simpáticas. La sarasvati vina del Sud es un laúd con un resonador principal y otro secundario, 24 trastes de metal en el diapasón, 4 cuerdas principales para ejecutar las melodías y 3 cuerdas secundarias para marcar el tala (ciclo rítmico) y proporcionar el karaja o pedal.
Sitar: Uno de los más importantes cordófonos de la India, que ha alcanzado difusión internacional. El sitar es un instrumento musical de Asia del sur perteneciente a la familia de los laúdes de cuello largo, la mayoría de los cuales penetraron en India procedentes de Persia. De acuerdo con la clasificación universal de instrumentos musicales de Erich M. von Hornbostel y Curt Sachs (1914), se trata de un cordófono compuesto de la familia de los laúdes de mango, de cuello, de cáscara, lo que le adjudica el número 321.311 en dicha sistemática.
Si bien hoy es posible constatar la ejecución del sitar en distintas partes del mundo, debido a que se ha convertido en un instrumento internacional, su principal área de uso abarca las regiones del norte y centro del Subcontinente Sudasiático: Pakistán, Bangladesh, norte y centro de la India, áreas de Afganistán y Nepal. Esporádicamente, se lo utiliza en el sur de India y en otras regiones.
Hoy el sitar cuenta con 18, 19 o 20 cuerdas, de las cuales las 2 principales sirven para ejecutar las melodías (algunos ejemplares poseen hasta 5 cuerdas melódicas), las denominadas chikari se pulsan para marcar el tala y las simpáticas se rasguean en ocasiones con el meñique pero normalmente vibran por simpatía (sin ser pulsadas). La cuerda melódica más aguda corre por el centro del diapasón, lo que permite desplazarla lateralmente para obtener distintos sonidos (incluidos los microintervalos). Los trastes son curvos (para permitir el paso de las cuerdas simpáticas por debajo) y pueden desplazarse para ejecutar distintos ragas (en este caso, escalas). El mástil es hueco, lo que aumenta la resonancia que proporciona la tumba o calabaza inferior.
Rabab: De probable procedencia foránea (habría sido importado por los musulmanes), si bien algunos estudiosos sugieren su origen local (chitra vina o kachapi), es utilizado principalmente en la música indostánica y también en repertorios de Jammu y Cachemira, pero conoce muchas otras variantes y localizaciones. Está formado por un bloque de madera cuya caja de resonancia ha sido recubierta en su apertura anterior por una piel (chamara), un mástil largo y estrecho y un clavijero arqueado. Cuenta con seis cuerdas principales de tripa (que son punteadas con un plectro) y once cuerdas simpáticas (tarabs) de acero.
Sarod: Laúd del norte de la India con cuerpo de madera cuya caja de resonancia está cubierta con una membrana muy fina de piel de cabra seca, y que cuenta con un revestimiento de acero sobre el mástil. Posee cuatro cuerdas melódicas y dos o tres cuerdas chikari –todas ellas punteadas con un plectro de cáscara de coco–, además de quince cuerdas simpáticas, El puente principal está elaborado en marfil y se sitúa sobre la caja de resonancia (también lleva un pequeño puente cuadrado). Las uñas de la mano izquierda presionan las cuerdas sobre el mástil metálico, lo cual produce una sonoridad particular. Es instrumento solista de la música indostánica.
Sarangi: Mencionado en antiguas fuentes escritas de la India. Cuenta con un ancho cuerpo de madera, tres cuerdas principales de tripa (pulsadas con la punta de los dedos y la base de las uñas y frotadas con un arco de crin) y treinta y siete cuerdas simpáticas de acero Se lo ejecuta en la música indostánica como instrumento solista o para acompañar cantantes; pero también se utilizan diversas variantes morfológicas en determinados repertorios folklóricos (en Bihar, por ejemplo). Al parecer, la proximidad de su timbre al de la voz humana ha determinado su amplia aceptación y difusión. Una variante es el instrumento denominado sindhi sarangi: Posee 4 cuerdas de tripa que se pulsan con las uñas para producir melodías y 20 cuerdas metálicas que vibran por simpatía; es utilizado por la comunidad Langa del Rajastán para acompañar canciones.
Violín: Aunque no necesita explicación, puesto que se trata del instrumento europeo incorporado principalmente a la música carnática con una función de acompañamiento del solista vocal o instrumental, se señala aquí que, tal como sucede con la tanpura, sus cuerdas suelen recibir una afinación correspondiente a los sonidos sa y pa de la escala interpretada por los solistas.
Tanpura o tambura: Laúd de cuello largo utilizado en todo el país para producir la sonoridad del kharaja o pedal durante los conciertos de música clásica. La caja de resonancia hecha de calabaza está unida a un largo mástil –dand– y recubierta por una fina lámina de madera, llamada tabli, donde se monta el puente principal. Las cuerdas, tres de acero y una de latón, son pulsadas en sucesión ininterrumpidamente para proporcionar los sonidos del pedal –sa y pa– en distintas octavas consecutivas. A menudo se la reemplaza por el sruti peti o swarpeti o sruti box: un pequeño aparato eléctrico que proporciona dichos sonidos del bordón.
Gottuvadyam: Laúd de cuello largo sin trastes típico de la música clásica de Karnataka (sur de India), donde apareció hace un siglo y medio como evolución de la ektantri vina. Cuenta con un cuerpo de madera de jack, teca o ébano y con dos resonadores: el principal (kudam) es de madera y está orgánicamente unido al mástil, mientras que el secundario (sarokkai) está aplicado hacia la parte superior y es de calabaza. Posee seis cuerdas principales melódicas, más tres utilizadas para bordones y doce simpáticas. Para ejecutar el instrumento se lo apoya en el piso y se producen los sonidos arrastrando por el diapasón una pieza cilíndrica de madera dura (gottu).
Santur: Este instrumento de tipo cítara, tal vez derivado de la llamada shatatantri –o satatantri– vina (“vina de cien cuerdas”), ha sido utilizado en Jammu y Cachemira junto con otros instrumentos –saz, setar, rabab, tumbakanari y ghata– en un tipo de música devocional sufí llamado sufiana qalam y pasó a la música indostánica en calidad de solista. Consta de una caja de madera trapezoidal con ciento veinte cuerdas de acero repartidas en treinta órdenes cuádruples (es decir treinta grupos de 4 cuerdas afinadas en la misma frecuencia y pulsadas simultáneamente) que pasan sobre otros tantos puentes (jawari) colocados sobre la tabla armónica (tabli) y separados en dos grupos iguales a cada lado de la misma. Para ejecutar el santur se lo coloca sobre una tabla de madera triangular y se percuten los órdenes de cuerdas con dos finas varillas de bambú denominadas qalam.